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No cabe la menor duda, el festejo del 10 de mayo es absolutamente comercial, un atentado a lo espontáneo de reconocer sin más intención, lo importante que son las madres en nuestra vida.
Más aún en estos tiempos tan complejos donde se busca la cercanía de los afectos después de años de encierro, celebrar a quien nos dio origen, sin duda también, debería ser no solo de uno, si no de los 365 días.
Las madres son las autoridades en su materia, solo ellas saben qué sienten en el cuerpo cuando nos llevan dentro, qué pasa al momento que nos desprendemos, estando en un hospital, en su casa o en cualquier lugar llegado el momento, cómo les cambia la vida el tener un hijo en brazos y desde ese instante saber que se crea un lazo que será para siempre.
Puedo imaginar e incluso asegurar que a veces quieran huir, que sientan el despojo de la libertad y se valdría, pues son seres humanos que han modificado sus prioridades y su ritmo de vida, unas por elección, otras por convicción y desgraciadamente muchas sin desearlo, pero al principio y al final, lo que se debe reconocer es su capacidad para adaptarse, pues sin a veces saber cómo, lo hacen, sin tener un manual, logran el objetivo: formar seres humanos de la manera en que mejor se logre.
Yo como hijo puedo hablar del amor desde el ejemplo, de la enseñanza y de aprender a ser responsable, de las exigencias aún en las labores cotidianas, de pensar en grande y buscar la autonomía. Agradezco la paciencia y la guía, el dejar equivocarme para aprender del error, reconocerme aún en los tiempos de rebeldía y el saber que mis triunfos son un pedazo suyo.
Sin buscar descripciones que en realidad se alejan de lo real, el amor de madre, desde mi referencia, es luminoso como los amaneceres de Cancún, es fuerte como la roca, huele a café recién hecho, se deja oír con firmeza y ve en mi interior a pesar y al pasar de los años, a su niño.
Agradezco a mi Madre el haber inculcado en mí, valores, el darme alas para volar y raíces fuertes para saber dónde está mi origen y así construir mi sueño sin perder el rumbo.
«Encontrar caminos»… justo en el artículo que escribí el mes pasado, mencionaba el encontrar la manera de seguir, de ir más allá de estos momentos de tanta violencia, de tanto caos en el mundo y el arte es uno de estos caminos.
Expresar a través del arte es una de las maneras más enriquecedoras que tiene el ser humano para sacar emociones y detonar en los demás esos sentimientos que permiten comunicarnos en otros niveles, tener o no un público, tocar a uno, a dos o a una multitud, el arte envuelve y permite entrar a mundos donde se crea esa yuxtaposición de caminos.
Por esto, hablaremos de un tema que apasiona, que puede sanar o sacar el veneno más letal de la mente humana y convertirlo en música, en una pintura, un mural, en un escrito, en el edificio que alberga la colección más impresionante de libros, lo que fue un palacio, en la obra de teatro, la escultura más extraña, la fotografía más impresionante…
Desde el año 2012 se ha venido celebrando cada 15 de abril el Día Mundial del Arte, una fecha que busca dar a conocer la importancia que tiene el arte y sobre todo el pensamiento creativo, para la evolución del pensamiento humano y la resolución de los problemas que nos aquejan.
La celebración la propuso la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP) y fue a partir de 2019 cuando se oficializó el Día Mundial del Arte por parte de la UNESCO.
¿Por qué se celebra el 15 de abril el Día Mundial del Arte?
Se estableció que fuera el 15 de abril, debido a que es el natalicio de uno de los mayores artistas de la humanidad, Leonardo Da Vinci, un hombre que fue pintor, escultor, diseñador, arquitecto, poeta, biólogo y un largo etcétera, un artista considerado el hombre del renacimiento.
Qué mejor referente del arte, que este extraordinario creativo.
El arte es pues:
«una de las formas más evolucionadas de la expresión humana. A través de ella el hombre puede expresar su visión personal sobre aquello que le aqueja, le interesa o simplemente le parece bello, por medio de recursos plásticos, sonoros o lingüísticos».
Expresar a través del arte tiene muchas ventajas, la ciencia misma, ha detectado sobre la práctica del arte las siguientes:
- Desarrolla una sensibilidad que le permite a la persona establecer un código de ética muy sólido.
- Ayuda al aumento de la concentración.
- Permite generar estructuras de pensamiento mucho más complejas.
- Fomenta la creatividad tanto individual como grupal.
- Promueve la tolerancia.
- Aumenta la confianza y el auto concepto del individuo.
Así sea creando o simplemente disfrutando del arte, hagamos cambios que nos permitan convivir, disfrutar y aprender, fomentemos la tolerancia en todas sus formas, el arte no solo es bello, puede ser disruptivo, el arte es todo aquello que podamos transmitir y que logra una sensación que permita un cambio en el otro, todas las emociones son válidas, todas son importantes, lo único que necesitamos es el camino para regularnos, para apuntalar de manera creativa ese balance en la convivencia humana, trascender sin atentar a través de las emociones que el arte detona en los demás…
¿Quién se hubiera imaginado que después de una pandemia (que aún no termina, por cierto) seguiría una guerra?
Ucrania está en el ojo del huracán, increíble cuánto daño se puede hacer para saciar el hambre de poder de un dictador ruso que quedará marcado y señalado en la historia.
Cuántas vidas se fueron por un virus y hoy cuántas vidas se van por un enemigo que valora más el territorio, sin importar la separación de familias, la destrucción y el caos, creando a todas luces una guerra sin sentido, disparos a personas inocentes, despojo de la libertad, bombardeos a escuelas, hospitales, teatros que sirven de refugios… y al final una herida que no sanará.
La evolución humana al parecer se mide por el avance tecnológico, el manejo y control de enfermedades, por la creación de riqueza para cubrir más allá de las necesidades básicas y las que no lo son, pero triste y trágicamente, también se mide por las armas de destrucción que son más enfocadas a aniquilar de una manera más certera, nadie huye de un misil que no solo tiene como objetivo explotar, si no que además, el desaparecer a quién está a los alrededores, así, literalmente, desintegrar la vida que encuentre a su paso.
Y todas esas armas de gran calibre que ahora circulan en manos de soldados y de civiles, son el instrumento del odio y la ambición, creando un atentado genocida, que en pleno 2022 nos hace ver que la humanidad no ha aprendido de los errores del pasado. ¿A dónde quieren llegar? A tener un territorio devastado y el control de una región que al final solo quedará en ruinas con una historia truncada.
Pareciera que la lejanía de Ucrania crea una distancia segura con México, pero que tristeza, que angustia y que lejos de la realidad el pensarlo así. Las autoridades de nuestro país se lavan las manos colocándose en una postura «neutral» cuando aquí en este territorio tenemos una guerra permanente con la inseguridad en las calles, en las carreteras y hoy abiertamente en un estadio deportivo donde el enemigo es el que no porta los mismos colores.
Sorprende el terrible incidente recién vivido en el estado de Querétaro, en un partido de fútbol teñido de rojo por el salvajismo de un grupo que tiene como pretexto el despojo del contrario. Y vuelvo a preguntar ¿En qué tiempos estamos viviendo? golpizas a sangre fría, jóvenes rebasados por la turba -que de milagro no terminó en masacre- ¿Dónde están las autoridades?, la seguridad no está presente ya ni en los eventos deportivos.
¿La violencia y la guerra son parte de nuestra naturaleza? me niego a creer que no hay esperanza de una convivencia sana, me resisto a pensar que la humanidad se acerca a un punto de no retorno, los disparos en Ucrania están llegando a todos los rincones del planeta, la tensión no es ajena y la violencia nos sobrepasa …
Hoy son muchas preguntas que no tienen respuesta, hoy como siempre se encontrará la manera de seguir, de encontrar caminos fuera de este caos, pero justo necesitamos abrazar y aferrarnos a la idea de que todos habitamos y somos vecinos en una misma tierra.
El clima de violencia en todo el mundo va en aumento, nos violentamos por que el vecino no piensa igual, porque tengo más derecho a defender mis ideas que los demás, porque si no estás conmigo eres enemigo y estás en mi contra… ¿Qué está pasando que la intolerancia, la falta de empatía y la violencia siguen dominando el escenario mundial?
En México estamos viviendo tiempos donde violentar está presente en todas sus expresiones, hoy mi interés va en apoyo a la libertad de expresión, al campo de la comunicación periodística, al fotoperiodismo, pues no podemos prescindir de estar informados (tengo grandes amigos que ejercen ahí su actividad). El callar las voces, cerrar los ojos y tapar los oídos generan un atentado a la sociedad misma y como seres sociales debemos reforzar el derecho a saber, a estar enterados para tomar decisiones y construir mejores entornos.
«En la medida en la que la violencia contra la prensa
va imponiendo el silencio en vastas regiones
de nuestro país, se está violentando nuestro
derecho a la información…»
destaca Polo Maldonado, director de Artículo 19 en México,
ONG que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información.
Con 29 reporteros asesinados en lo que va de 2022 en México (registrados al 16 de febrero), el ejercicio del periodismo es de alto riesgo. Los actos de violencia contra periodistas tienen un triple efecto:
-
Vulneran el derecho de las víctimas a expresar y difundir sus ideas, opiniones e información
-
Generan un efecto amedrentador para ellos y para la sociedad misma
-
Violan los derechos de las personas y las sociedades a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo.
La violencia contra la prensa tiene una motivación política y precisamente al trastocar «intereses políticos» es que las investigaciones en los casos de agresiones a periodistas no avanzan, quienes son agredidos han revelado datos incómodos de corrupción, lavado de dinero, nepotismo, fraudes, denuncias de autoridades que han rebasado la barrera del poder para intereses que no son los del pueblo.
Hoy el propio presidente López Obrador crea un ambiente hostil y ataca en directo, con nombre y apellido a periodistas que aún cuando puedan ser o no del agrado de todos, están evidenciando posturas que le son en contra. Gobernar no es controlar, la historia de cada personaje vale y al presidente se le olvida que lo que «no se vale» es hacer uso de recursos públicos y una tribuna presidencial para campañas personales y con esto vulnerar derechos y poner en riesgo a ciudadanos que tienen como labor brindar información. Los demás tenemos el derecho y la obligación de discernir.
Que los esfuerzos del gobierno se enfoquen a combatir la violencia en las calles, en los estados donde las familias son secuestradas por el crimen organizado, donde hay desaparecidos… Tijuana, Guerrero, Cancún, Piedras Negras, Zacatecas, Quintana Roo, por mencionar solo algunas entidades – pues la lista abarca cada municipio de los 32 estados de la república mexicana-. Que los esfuerzos del gobierno se enfoquen al trabajo para hacer que el país crezca en todos los ámbitos, no a crear cortinas de humo para defender lo indefendible, el presidente tiene como principal labor gobernar para todos los mexicanos, no solo para los que le hacen coro y creen en los datos de una realidad muy diferente a la que muchos ciudadanos vemos, oímos y vivimos.
«El movimiento se demuestra andando», caminemos por un mundo donde la libertad y el respeto no se detenga con balas y silencio.
Cierro con un dato curioso que estoy seguro cambiará el humor y no tiene que ver con este tema, hoy es «TWOSDAY» una fecha viral que hasta Google le ha dado prioridad: 22-02-2022 se le puede considerar como un palíndromo, pues se puede leer de la misma manera al derecho y al revés.
Sea entonces porque los números se alinean o porque cada uno busquemos crear conciencia de que somos una sociedad que debe erradicar la violencia de cualquier tipo, consideremos que hay muchas lecturas de un mismo hecho, pero solo hay una válida para todos, el derecho a ejercer la libertad de acción y expresión con respeto a los demás.
Comparto dos artículos con datos duros, testimoniales e información muy interesante:
Vidas truncadas: los estragos de la violencia contra periodistas en México
Con los avances en tecnología, ciencia, crecimiento económico y redes de comunicación, podríamos pensar que la humanidad ha superado también muchos de los problemas de salud pública, pero la realidad es otra.
La pandemia derivada del Covid-19 nos recuerda lo frágil que es la humanidad y lo vulnerables que podemos ser frente a un virus que nos despojó de la seguridad no solo a nivel físico, si no también a nivel social. Las autoridades toman decisiones que deben homologarse por el bien común, crear reglas que permitan ejecutar cierto control, pero finalmente es responsabilidad de cada uno aplicar las medidas para que todos podamos superar este parteaguas sanitario de la historia moderna.
La desinformación también puede crear pandemias, caos en redes sociales, difusión y ejemplos erróneos de lo que «se puede o no», de lo que «se debe o no» hacer, según «algunos» que se sienten amenazados por todo lo que no son capaces de entender o explicar. Hoy entramos además a una gran polémica, «no se metan con mi derecho a enfermarme», «no me obliguen a ponerme una vacuna», «no decidan sobre cómo debo o no cuidarme» podrían parecer frases sin sentido en estos tiempos donde nuestro día a día ha sufrido un vuelco de 180° y más aún, donde la elección no solo afecta al individuo, si no a todos los vecinos de este planeta.
Científicamente comprobado es que las vacunas han salvado decenas de millones de vidas. Sin embargo, en muchos países, los expertos en salud han identificado una «creciente reticencia» a la vacunación y aunque la desconfianza hacia los médicos y gobiernos que alimentan el movimiento antivacunas puede parecer un fenómeno del 2022, las raíces del activismo actual se originan hace más de un siglo. La oposición a la vacunación es tan antigua como las vacunas mismas.
La OMS declaró a principios de 2019 a «las dudas y el rechazo a las vacunas» como una de las 10 principales amenazas para la salud mundial.
Pero para entrar en contexto, remontémonos antes de que las vacunas existieran, cuando millones de personas morían cada año por enfermedades que ahora se pueden prevenir.
Los chinos fueron los primeros en descubrir una forma temprana de vacunación en el siglo X: la variolización consistía en exponer a personas sanas a tejidos de las costras causadas por una enfermedad para desarrollar la inmunidad.
Ocho siglos más tarde, el médico británico Edward Jenner se dio cuenta de cómo las ordeñadoras contraían la viruela vacuna, pero raramente contraían su forma más grave y mortal. En 1796, llevó a cabo un experimento en un niño de 8 años llamado James Phipps. Le insertó pus de una herida de viruela vacuna y desarrolló síntomas, pero una vez que se recuperó, le introdujo viruela mortal y el niño permaneció saludable. La viruela vacuna lo había hecho inmune. Tiempo después, los resultados fueron publicados y la palabra «vacuna» —que proviene de vaca— fue acuñada como término para designarlas.
Cabe resaltar que las vacunas funcionan imitando a los virus y las bacterias, las bacterias debilitadas o muertas se introducen en el paciente, los glóbulos blancos se activan para producir anticuerpos que combatan al agente extraño, así, si un paciente sufre la enfermedad más adelante, los anticuerpos neutralizan las células invasoras. Los avances en investigación biológica han permitido identificar en muchos casos las proteínas que permiten que el virus infecte y se multiplique en las personas.
A partir de este conocimiento y los avances en la biología, las vacunas han ayudado a reducir drásticamente el daño causado por muchas enfermedades. La vacunación provocó una caída del 80% en las muertes por sarampión entre 2000 y 2017 en todo el mundo según la OMS. La poliomielitis (polio) es una enfermedad que prácticamente ha desaparecido.
Entonces ¿Por qué algunas personas rechazan la vacunación? Las sospechas sobre las vacunas existen, casi desde hace tanto tiempo como las propias vacunas. Por primera vez se actuaba sobre un área de la vida privada de las personas: su salud. La gente era escéptica por cuestiones religiosas, porque pensaban que la vacunación no era limpia o porque sentían que infringía su libertad de decisión. A principios del siglo XIX, las llamadas «ligas antivacuna» emergieron en Gran Bretaña, presionando para que se crearan medidas alternativas para combatir la enfermedad, tales como aislar a los pacientes.
Una de las figuras clave en la historia reciente de este movimiento es Andrew Wakefield, un médico radicado en Londres que publicó un informe en el que establecía falsos vínculos entre el autismo y las enfermedades intestinales con la vacuna triple viral que se administra a niños pequeños para combatir el sarampión, las paperas y la rubeola.
A pesar de que su informe fue desacreditado y Wakefield fue eliminado del registro médico en Reino Unido, hubo una disminución en el número de niños vacunados después de sus afirmaciones y esto llevó a un aumento de los casos de sarampión más adelante.
Además, el problema de las vacunas está siendo cada vez más politizado. Sin ir más lejos, el expresidente estadounidense Donald Trump, sin pruebas, relacionó también a las vacunas con el autismo y aunque después pidió a los padres que sí aplicaran la vacuna, el daño en «su público» estaba hecho.
Pero el caso más reciente, con el tenista serbio número uno a nivel mundial, Novak Djokovic, lo coloca en medio de una gran polémica tras serle revocada la visa para participar en el Abierto de Australia, por no querer ponerse la vacuna contra Covid-19. Tiene 34 años y no ha revelado oficialmente su estado de vacunación frente al coronavirus, pero ha dejado clara su oposición a las vacunas. Se está volviendo un personaje de referencia para las teorías antivacunas y por esto! como símbolo de la libertad de elección, ¿aunque su libertad pueda poner en riesgo la salud de los demás?.
¿Cuáles son los riesgos de no vacunarse?
Cuando una alta proporción de la población se vacuna ayuda a prevenir la propagación de la enfermedad, lo cual protege a quienes no han desarrollado la inmunidad o no pueden ser vacunados. Eso se conoce como inmunidad de rebaño o de grupo y cuando se rompe, existe un riesgo para la población en general.
Y la controversia encabezada por esta figura pública, coincide en un momento donde el incremento de contagios sigue aún cuando una gran parte de la población mundial cuenta con doble o triple esquema de vacunación. La pregunta que surge entonces es por qué tanta gente que está vacunada se sigue infectando de Covid, especialmente ahora con Ómicron que es la variante dominante.
Este hecho puede ser tomado por grupos antivacunas como prueba de que las inmunizaciones no son eficaces para detener el avance del coronavirus.
Y ciertamente, la vacunas no evitan la infección, no son medicamentos, no «curan», pero sí han demostrado que son muy buenas para prevenir y no llegar a la versión más severa de la enfermedad y esta protección es igualmente importante, porque mantienen a la mayoría de las personas infectadas lejos de los hospitales y de la muerte.
Mismo caso con la vacuna contra la influenza que se aplica cada año, ayuda a bajar el riesgo y evita las frecuentes complicaciones en los grupos más vulnerables, como los niños, las mujeres embarazadas y adultos mayores.
Hagamos pues un acto de conciencia, entendamos que en esta batalla no podemos ir en solitario, dicen los expertos -entendiendo que no solo es acto de fe, si no de hechos- que la vacuna consigue transformar la Covid-19 en una enfermedad «más manejable» que se puede tratar en casa.
Informarse es la clave, no dejarse llevar por rumores, aún el mejor tenista del mundo o el mismo presidente de México pueden tener puntos de vista, datos y creencias distintas, que no necesariamente son los adecuados para todos los demás, aquí no aplica el ser parte del rebaño…
¡Decide cuidarte y cuidarás a los demás!