Author Archive
Si nos hubieran dicho que seríamos los protagonistas de una película de trama apocalíptica, con toda seguridad hubiéramos respondido que era mentira, argumentos para atemorizar, que era un plan basado en todas las posibles teorías de la conspiración creíbles o no y que de ser así, no nos tocaría vivirla.
Pero la realidad superó la ficción, estamos frente a un enemigo que combate con todas las ventajas, no podemos verlo pero se hace presente con mucha facilidad, está en todo el mundo y su mayor arma es la ignorancia, la falta de cuidado y la incredulidad de las personas.
Nadie estaba preparado, al principio parecía noticia de un periódico amarillista que busca lo más escalofriante para llamar la atención, hoy no hay día que los encabezados no incluyan Coronavirus, Covid-19, pandemia, crisis sanitaria, crisis económica, encierro, depresión, contagios, muerte… ¡qué paranoia!
Definitivamente la salud es lo más importante, se revalora y cuando estás por entrar al hospital se añora; esta situación nos deja ver lo frágiles que somos y que no importa el lugar en el planeta dónde te encuentres, la cantidad de dinero, si eres empresario de gran calibre, dueño de un cadena hotelera, funcionario, ambulante o una persona en situación de calle, eres presa fácil cuando la arrogancia y negligencia del ser humano se extiende sin control ante un contagio inminente.
El Covid-19 al final llevará a una depuración de conciencia, de proceder, de cuidados, de reforzar los afectos y acercar las distancias. El planeta está respirando, tomándose un descanso de los seres humanos, ¿será qué nosotros somos nuestro propio enemigo? ¿será qué el 2020 es el año que al sacudirnos nos enseña lecciones a todas las generaciones y nos recuerda que no somos invencibles? Superar ésto no solo es mantenernos sanos, que es lo primordial, si no aprender de lo que nos hace daño, aprender que los hábitos más sencillos se hacen día a día, que la economía es una cadena mundial, que a pesar de la crisis presente y futura, debemos levantarnos y hacer lo necesario para estar bien.
Hoy nada es normal, hoy las cosas no pueden llevar una estructura como antes, debemos reorganizar esta realidad y adaptarnos, es de admirarse la resistencia de los que verdaderamente están siguiendo la estrategia de quedarse en casa, de los especialistas médicos que tienen que hacer frente a una enfermedad desconocida que se infiltra en sus trincheras, de los que no pueden dejar de trabajar para atender las necesidades básicas de los demás.
Quiero pensar a manera de terapia y por salud mental, que no falta mucho para poder volver a recorrer el mundo y a través de la lente captar las nuevas formas de vida del ser humano. Paradójico es que la distancia, hoy sea la manera de estar cerca, cuidémonos para enfrentar el reto de reconstruirnos como humanidad, de valorar la libertad de acción y aprender que en los detalles se denota el respeto a la vida.
Cuídate, me cuido y unidos todos, superaremos este enorme reto.
Nunca es tarde para la reflexión, nunca es tarde para gritar un NO, un NO a la violencia, un NO a la intolerancia, un NO a la insensibilidad, un NO a la falta de empatía…
Como cada año, marzo se pinta de morado y millones de mujeres en el mundo entero levantan la voz, manifestando la inconformidad, las injusticias, el acoso, la falta de oportunidades, las restricciones laborales, las muertes prematuras de niñas, de madres, de jóvenes, de mujeres que salieron de casa o peor aún, que estando en casa, fueron violentadas y no volverán a escucharse.
¿Los hombres qué papel jugamos en estas manifestaciones? No creo que sea guerra de géneros, ni es tan sencillo como echar culpas y confrontar, no es solo de «acompañamiento», no hay que ser solo espectadores, es estar conscientes que hombres y mujeres somos copartícipes de lo que queremos como sociedad.
Tristemente la tragedia es el primer paso para que se accione, hay que dar continuidad a lo que se manifiesta, no dejar de exigir a las autoridades ni al vecino, ni a nosotros mismos, cada quien en su trinchera, cada quien con sus armas buscando la paz.
Las estadísticas arrojan que solo el 9% de los hombres se involucra en el manejo y necesidades de una casa, en una crianza activa,en las acciones del día a día. Labores que se delegan sin darles la justa dimensión, no se es menos hombre por cuidar a los hijos, no solo es proveer, si no preparar los alimentos, no se pierde la hombría por recoger y lavar la ropa, en fin, la lista es larga pero simple al final, es tomar conciencia y ejecutar.
Volver al origen es clave, a la educación que se les da a las nuevas generaciones, pero también en las generaciones actuales, estar claros que tenemos la vivencia y experiencia de que hombres y mujeres contamos con las mismas capacidades, los mismos derechos y que nuestras diferencias físicas, emocionales y de percepción nos hacen piezas de un rompecabezas en donde tenemos que cohabitar, en donde un NO debe ser suficiente para parar la violencia, un NO debe ser oído, un NO debe ser atendido y dar paso al SI quiero un mejor lugar para vivir como seres humanos.
«Intento realizar un disparo con la cámara que un momento preciso pueda captar el encuentro entre las formas y los contrastes, identificando a la cultura que los creo en esencia y se convierta en un disparo de vida y de emociones que sea capaz de transmitir la grandeza que existe a nuestro alrededor, aún cuando sea una belleza oculta o una humanidad que en el día a día quizás no logremos encontrar, pero que sin diferenciar su raza o religión, todos comparten una búsqueda constante por cubrir necesidades como felicidad, amor, dinero, amistad, un paraíso de playas y tranquilidad, emociones de la gran ciudad o quizás solo sobrevivir y perdurar en el tiempo».
Cada cultura tiene sus «rarezas» ni malas ni buenas, simplemente es cuestión de enfoques, de encuentros y desencuentros. Una piedra por ejemplo, te puede significar, el principio de un muro o bien la cima de una nueva oportunidad para ver otros horizontes…
Precisamente, partiendo de lo «raro» es curioso que en todo el mundo pueda haber coincidencias en la conmemoración de ciertas cosas, me sorprendió enterarme del Día Mundial de las enfermedades raras, que se registra desde 2008 y es proclamado por la Organización Europea para las Enfermedades Raras (EURORDIS).
Así es que el último día del mes de febrero se considera como el Día Mundial de las Enfermedades Raras. El primer año (2008) que fue bisiesto, se eligió el 29 de febrero como el día oficial, justamente por la rareza de la fecha. En años no bisiestos, es el 28 de febrero cuando se conmemora.
A partir de 2009, esta asignación que había surgido como iniciativa esencialmente europea, comenzó a ser cada vez más global. En 2013 participaron más de 70 países y ese mismo año en España, fue designado como el Año Nacional de las Enfermedades Raras por el Ministerio de Sanidad.
El objetivo de este día es crear conciencia sobre estas enfermedades, para mejorar el acceso al tratamiento y a la representación médica de los individuos que las padecen y sus familiares. Estos pacientes tienen verdaderos problemas para el diagnóstico, tratamiento y acceso a las ayudas necesarias para primero, aliviar los síntomas en lo que se encuentra las causas y todo lo que conlleva su enfermedad.
En España la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) en coordinación con la Organización Europea de Enfermedades Raras (EURORDIS) y con la Alianza Iberoamericana de Enfermedades Raras (ALIBER) realizan una Campaña de sensibilización enmarcada en el Día Mundial de las enfermedades raras que este año 2020 será el 29 de febrero, con el objetivo de concienciar sobre estos padecimientos poco frecuentes y situarlos como una prioridad en la agenda social y de salud. Ojalá no solo en este país se lleven a cabo estas iniciativas.
Así que si una enfermedad ya de por sí es compleja, sumarle que pueda no haber la suficiente información para detectarla y tratarla, hace que no solo por un momento, ni un día, si no que seamos más sensibles con todo aquello que pueda ser fuera de lo común, incluidas
las enfermedades.
Por ello, este 29 de febrero como hace 22 años, recuerda y aporta tu granito de arena, dando a conocer esta información.
Ingresa a www.rarediseaseday.org
El despojo se relaciona a una connotación negativa, te quitó, te robó, te despojó… pero queriendo darle otra perspectiva, despojarte de algo que te hace daño es un paso para liberarte de lo que no te deja ser y hacer.
En cualquier parte del mundo existe en un contexto violento, la seguridad pende de un hilo muy delgado y hay individuos que se sienten con el derecho de truncar la vida, el espacio o las ideas de otros por pensarse mejores, diferentes y superiores.
El arte a través de la fotografía no está exento de capturar estas emociones que son parte de la realidad. Esta obra, «Despojo del Alma» ejemplifica y da pie a la reflexión para dejar atrás lo que nos aprisiona, lo que nos lastima o nos limita como seres humanos -por ende como seres sociales- y debemos dejar ir, lavarlo de nuestro entorno, empezando desde uno mismo, desde dentro, para así tener una transformación realizada partiendo de acciones positivas.
El despojo entonces nos puede llevar a mejores versiones de nosotros mismos, pero hay que tener claro que liberarte de algo que no te permite crecer, dejará un espacio en el interior.
En esta idea, «quitarnos, va de la mano con darnos», desde la oportunidad por hacer algo diferente hasta hablar y ejecutar aquello que no nos atrevíamos. Somos seres cambiantes, pero si hay bases, valores y ganas, podemos liberarnos de aquello que nos mantiene estáticos y este despojo nos hará seres humanos con un horizonte del tamaño de nuestra voluntad.
Un ciclo está por concluir, la década termina y el 2020 está a la vuelta de la esquina.
Es increíble como el tiempo huye, se van los días, la luna pasa, se aleja y vuelve… pero lo importante es valorar lo que transcurre, la madurez que se obtiene, los lugares vistos, personas conocidas y las que están por aparecer, personajes en cualquier plaza que nos alegran o disparan el enojo, creando al final momentos que nos forman y eligiendo nosotros cómo nos transforman.
Sirvan estas fechas para liberarnos también de aquello que nos mantiene estáticos, despojarnos de las cadenas que deben romperse, con la seguridad de que hay algo y alguien para nosotros en éste o al otro lado del mundo, sólo debemos tomar la decisión de salir a buscar.
Por esto, no es suficiente hacer el propósito, si no crear la mejor versión de uno mismo cada día… Este inicio de año hay que emprender nuevos retos, despojarnos de ataduras y atrevernos a viajar sin la seguridad de llegar a un hotel, de cuidar el cuerpo para no acudir a un hospital, de hacer un amigo con el nuevo vecino y recordar con todo el cariño a los que se fueron, pues siguen en la memoria siendo parte de nosotros…
Hace poco estuve presente en un debate muy interesante y polémico, eran niños que debían exponer sus ideas para hacer de su país un mejor lugar para vivir. Sorprende la forma en que están sensibilizados con todo lo que pasa y como se expresan, desde la violencia en contraste con el manejo de sus derechos. Una de las niñas cerró su discurso con una frase que me hizo mucho sentido y ahora comparto, es un proverbio africano:
«El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto, quemará la aldea para poder sentir su calor».
Sea pues hoy y démonos cada día un tiempo para reflexionar, para dar y recibir ese abrazo que nos haga crecer, compartir amor, pedir perdón y dar gracias a la vida por lo que podemos hacer con ella.